En Cataratas del Iguazú, Misiones, con unos pocos datos sobre la dueña de casa y mucha audacia, delincuentes que utilizaron el “cuento del tío”, se apoderaron de una caja fuerte con 200.000 pesos en efectivo. Muy poco tuvieron que hacer los ladrones para llevarse los ahorros de María Ester Portillo. La mujer denunció que cuando estaba trabajando en el Parque Nacional Iguazú, su empleada doméstica recibió un llamado telefónico de una persona que se hizo pasar por sobrino de “Pelusa”, apodo con el que es conocida la fotógrafa.
El individuo le dijo a la mujer que estaba con su tía en el banco y necesitaba unos documentos que se hallaban dentro de una caja fuerte, en el dormitorio de la casa, ubicada en el barrio Villa Alta.
Sin sospechar nada, la empleada dijo que ella no tenía acceso al cofre de seguridad que estaba en el placard. El “sobrino” de Portillo, le dijo a la empleada que un empleado del banco iba a pasar a buscar la caja fuerte. Con tranquilidad pidió que la envolviera en una sábana y luego la colocara dentro de una bolsa.
Apenas unos minutos más tarde se presentó en la vivienda un hombre que dijo ser empleado bancario y retiró la pequeña caja fuerte con todos los ahorros de la fotógrafa. El audaz hurto recién quedó al descubierto al atardecer, cuando Portillo finalizó su jornada laboral en Cataratas y regresó a su casa.
La mujer dijo que la empleada doméstica trabaja en su casa desde hace un año y goza de su absoluta confianza.
FOTO ILUSTRATIVA